Hidroterapia

Padecimientos

1) Dolor articular

Las articulaciones conectan los huesos del cuerpo, soportan el peso y proporcionan apoyo durante los movimientos. Normalmente, el dolor articular está causado por lesiones, inflamación del revestimiento de la articulación, hemartrosis, artritis, ETS y gota. Si el dolor articular se deja sin tratar durante mucho tiempo, puede restringir la movilidad y provocar debilidad o inestabilidad para realizar las actividades normales.

La fisioterapia geriátrica es el mejor tratamiento para ayudar a reducir el dolor articular y mejorar la estabilidad de las articulaciones.

2) Debilidad generalizada

La debilidad generalizada es uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan casi todos los individuos a partir de cierta edad. Uno de los atributos de este problema son los cambios degenerativos que se producen con la edad y que dan lugar a un tono muscular deficiente, rigidez en las articulaciones, etc. Esto se agrava aún más con la presencia de otras afecciones crónicas como problemas neurológicos, endocrinos y musculoesqueléticos.

Algunas de las causas más comunes de la debilidad generalizada son la gripe, la enfermedad tiroidea, la anemia y la depresión, la falta de sueño, la diabetes no diagnosticada, la insuficiencia cardíaca congestiva y los efectos secundarios de los medicamentos. La fisioterapia geriátrica ayuda a recuperar la fuerza y la estabilidad física, mejorando así la calidad de vida de los pacientes.

3) Inestabilidad postural

La inestabilidad postural es una condición de incapacidad para mantener una posición erguida. En otras palabras, es el desequilibrio y la pérdida de los reflejos de enderezamiento necesarios para mantener una posición erguida. La fisioterapia geriátrica, como los ejercicios de equilibrio, puede mejorar la inestabilidad postural y ayudar a los pacientes a volver a su estado normal.

4) Deterioro del equilibrio

El deterioro del equilibrio en los ancianos es la pérdida del funcionamiento normal de los músculos y los huesos. La causa más común es la artritis y la hipotensión ortostática. Otros factores que provocan el deterioro del equilibrio son el entumecimiento de pies y piernas, los problemas oculares, los problemas de circulación sanguínea y la ingesta de múltiples medicamentos. El tratamiento de fisioterapia geriátrica incluye ejercicios de equilibrio para ayudar a mejorar las funciones de los músculos y los huesos.

Fisioterapia Especializada para Adultos Mayores

La fisioterapia geriátrica es un medio probado para que los adultos mayores mejoren la movilidad y el equilibrio, fortalezcan, aumenten la confianza en sus capacidades físicas y, sin embargo, se mantengan activos durante años.

La fisioterapia geriátrica abarca un amplio abanico de problemas relacionados con las personas mayores. Hay muchas afecciones que afectan a las personas a medida que envejecen e incluyen, entre otras, las siguientes: artritis, osteoporosis, cáncer, enfermedad de Alzheimer, sustitución de caderas y articulaciones, trastornos del equilibrio, incontinencia, etc. Los fisioterapeutas geriátricos se especializan en proporcionar terapia para dichas condiciones y dolencias. Los fisioterapeutas desempeñan un papel fundamental a la hora de permitir que las personas mayores utilicen plenamente una serie de sistemas corporales para mejorar su movilidad e independencia. Los fisioterapeutas pueden marcar la diferencia ayudando a las personas mayores a sentirse cómodas y sin dolor. Los tipos de problemas a los que se enfrenta la fisioterapia geriátrica se agrupan en tres categorías diferentes.

Una categoría es la de los problemas que se producen porque el paciente simplemente no utiliza sus extremidades o no hace ejercicio. Estos problemas pueden abordarse mediante el reacondicionamiento a través de ejercicios de amplitud de movimiento y otros ejercicios.

Otra categoría de la que se ocupa la fisioterapia geriátrica es la de las enfermedades cardiovasculares, como las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares. El profesional de la fisioterapia dispone de una serie de herramientas para trabajar con estas afecciones. Se puede utilizar el ejercicio, la terapia acuática, la estimulación eléctrica, etc.

La tercera categoría es la de los problemas óseos. La fisioterapia geriátrica ayuda a las personas que tienen estos trastornos, como la osteoporosis y la artrosis. Estos problemas requieren una atención especial, ya que la osteoporosis hace que los pacientes sean más frágiles, y la artrosis es muy dolorosa.

¿En Qué Consiste?

El procedimiento se realiza con la ayuda de un profesional adecuado, el fisioterapeuta. El fisioterapeuta enseñará y aplicará al anciano ejercicios globales y técnicas activas para que el paciente adquiera el dominio de nuevos movimientos de su cuerpo y desarrolle el equilibrio físico y mental. En la actualidad, la fisioterapia geriátrica puede aplicarse de tres maneras diferentes: mediante hidroterapia, mecanoterapia y cinesioterapia (movimientos biomecánicos). Las personas mayores son tratadas como cualquier otra persona, en el sentido de que hay una fase inicial de tratamiento que será médica o quirúrgica, tras la cual a menudo se le remitirá a un fisioterapeuta que llevará a cabo su propia evaluación para establecer cómo pretende tratarle. Su plan de rehabilitación variará enormemente, dependiendo, por ejemplo, de la propia enfermedad, del paciente y de su mentalidad, de su situación doméstica y familiar, así como de los antecedentes familiares. En el caso de los pacientes con problemas de movilidad, demencia o con antecedentes de caídas, el fisioterapeuta es importante para evaluar el entorno doméstico.

El objetivo de su terapeuta no es imponerle lo que cree que es correcto, sino realizar los ajustes con los que se sienta cómodo y feliz para permitirle la mayor independencia y seguridad posible. Al rehabilitar la movilidad, un fisioterapeuta utilizará herramientas tradicionales como los ejercicios de fortalecimiento y la hidroterapia en el contexto de la atención geriátrica. Por ejemplo, como las caídas son un problema importante en las personas mayores, se hace hincapié en la mejora del equilibrio y la postura para minimizar el riesgo de nuevas caídas, cada una de las cuales conlleva un riesgo de lesión crítica. La hidroterapia también es una herramienta importante en la rehabilitación de los ancianos, ya que los ejercicios bajo el agua eliminan la tensión no deseada de las articulaciones, que son muy propensas a sufrir daños.